(Español) El hoy por hoy de la creatividad cerrando en baja.

Por Mariak Rodríguez

Afinando bien los oídos, o tal vez sin necesidad de hacerlo, en cualquier medio de comunicación o conversación casual, usted comprenderá que por estos días la palabra de moda es crisis. La forma en la cual hará su aparición en la interlocución es lo de menos sea a modo de pregunta, afirmación o pretexto, el argumento siempre será el mismo, girando en torno a cifras descendientes en rojo escarlata.

Sin embargo, mas allá de quedarnos con la idea vacía de “la crisis afectando la economía n” la carga de su significado es cada vez más inclusiva. Es como si poco a poco nos empezáramos a habituar a estar rodeados de números críticos en las cuentas de canasta familiar o empresariales. Pero desafortunadamente, se empieza a ser evidente que el problema no solo señala el agujero de nuestros bolsillos. La mentalidad de crisis es el meollo del afamado problema.

El escuchar mencionar cosas como que “Wall Street cerro en baja la semana pasada debido a la deuda europea” no implica que la riqueza mental de una sociedad también entre en la misma cadena. Es sabio y bastante acertado escuchar, por ejemplo, que la crisis siempre será productiva para el arte, lo cual no querrá decir que lo sea para los artistas. Pongamos ahora en palabras castizas el sabio proverbio. En las épocas de marcadas caídas económicas a nivel mundial -hablemos mas puntualmente de las épocas de guerras y post guerras- circuitos como el del arte eran los mas beneficiados, al ser la producción artística una de las pocas inversiones de menor fluctúo, sin significar que fuese sencilla su creación o bajo su costo de producción. Sin significar, mucho menos, que un artista pudiese vivir de lo que ganara a partir de su trabajo de pintor o escultor, sin mencionar a aquellos mas alternativos. Lo anterior hablando solo del factor monetario, que es el que a Wall Street más le interesa. Pero si tratamos temas más humanos, podemos hablar del beneficio en cuanto a la creación de obra, teniendo no una lluvia, sino una tormenta de ideas desencadenada por todo cuanto se ve mientras la sociedad se aprieta el cinturón.

Es completamente entendible que la crisis afecte las mentes de quienes la viven. Pero no hay que bajar la guardia, al contrario, ser oportunistas y aprovechar el momento para sacar a la luz la recursividad que como seres humanos tenemos. Apreciado lector, es hora de despertar ese instinto de supervivencia, un poco mas civilizado, gracias al cual aún caminamos por esta tierra. Es fundamental comprender que las grandes ideas se generan a partir de la necesidad y no quedarnos en la sencilla excusa de no hacer las cosas simplemente por que “estamos en crisis”.